Aunque en muchos lugares se emplee la palabra Balneario como reclamo de clientes, en aras de la verdad hay que afirmar que en algunas ocasiones esta denominación no se corresponde con la realidad. Como argumento probatorio de este hecho aportamos la definición de Balneario:
“Se considera balneario a una instalación situada a pie de manantial que, aprovechando las propiedades de sus aguas, las utiliza para el tratamiento y prevención de enfermedades, así como para la conservación de la salud en su más amplio sentido. Todo balneario, además de Aguas Mineromedicinales declaradas de Utilidad Pública, tiene que disponer de Servicio Médico e instalaciones adecuadas para llevar a cabo los tratamientos que se prescriben”.
Cada vez es más frecuente que los agüistas acudan a balnearios no para tratar dolencias, sino para realizar una cura de prevención. En este sentido, el Balneario de Ledesma, es el lugar perfecto para conseguir este objetivo. A nuestro juicio este tipo de curas están indicadas en toda la población y especialmente en aquellas personas que, por predisposición familiar (herencia), sean propensas a sufrir enfermedad del aparato locomotor y respiratorio.
Finalmente, cabe reseñar que el Balneario de Ledesma es uno de los centros pioneros en Hidrología en España y que uno de nuestros más históricos Jefes de los Servicio Médicos del Balneario, el Dr. Hipólito Rodríguez Pinilla, fue padre de la Cátedra especialidad de Hidrología médica en España y autor en 1902 del Manual de Hidrología Médica, guía para especialistas a nivel internacional. Rodríguez Pinilla fue galeno y amigo personal de Miguel de Unamuno, una de las figuras más emblemáticas de la literatura y el pensamiento en España en el siglo XX.