Las inhalaciones termales, una de las técnicas más antiguas y demandadas para mejorar nuestro árbol respiratorio

Las inhalaciones termales y el poder ancestral de las aguas de Ledesma

Sobre la historia: El médico español, fundador de la Real Academia de Ciencias Exactas, Físicas y Naturales, Pedro María Rubio (Madrid, 1801-1868), escribe sobre nuestro Balneario de Ledesma en su Tratado de las Fuentes de España, en 1853: “El uso medicinal de estas Aguas, sube a la antigüedad más remota. Se conservan restos de termas romanas, que fueron destruidas; y hay tradición de, un moro llamado Cepha, hahaber restablecido los Baños de Ledesma”.  

Sobre las Inhalaciones termales, en los tratados de Hidrología médica: «Técnica que pretende hacer llegar los efectos beneficiosos de las Aguas al árbol respiratorio de forma general y a las vías respiratorias bajas en particular. Se basa en la inhalación de vapor y agua termal dirigidos al tratamiento de afecciones respiratorias. Es una técnica muy eficaz para limpiar el aparato respiratorio, y en nuestros días, en la deshabituación tabáquica, en los procesos alérgicos y asmáticos de los niños, etc. Prevención de la salud».

En efecto, las inhalaciones termales es una de las técnicas con más historia y más demanda en la larga trayectoria del Balneario de Ledesma. No vamos a hablar en este espacio de la singularidad de nuestras aguas termales (un capricho mineromedicinal de la naturaleza) ni de la importancia que la respiración/oxigenación tiene para nuestra salud, y, por tanto, de la importancia de que nuestros pulmones estén en forma. Es demasiado obvio. Pero si es importante ir al origen, cuando empezó a trabajarse con estas técnicas no solo en el mundo, sino en nuestro Balneario de Ledesma. La utilización de las aguas minerales y termales, es la forma más antigua de tratamiento de las enfermedades, pues hace más de 2000 años que empezaron a aplicarse por vía oral o en forma de baños por sus propiedades terapeúticas.  Su uso se remonta, por tanto, a tiempos remotos, cuando ya los “sabios” animaban a los bañistas y enfermos a respirar los vapores de las aguas que brotaban del ancestral manantial. Este conocimiento, apoyado en otros tratados científicos posteriores, como los escritos por Alfonso Limón Montero o José Colmenero, en el siglo XVII, o el más conocido del que fuera una de las figuras doctas más sobresalientes en el exclusivo Gremio del Claustro de Profesores de la Universidad de Salamanca, Diego Torres de Villarroel, fueron el mejor altavoz para dar a conocer las aguas de Ledesma con una publicidad que la llevó al selecto grupo de “las más afamadas del Reino de España”.

La técnica resulta muy eficaz para un amplio abanico, como «limpiar» los pulmones tras un invierno complicado, los procesos alérgicos y asmáticos de los niños, o la deshabituación tabáquica y la acción depurativa, etc. Está demostrado que sobre las mucosas ejerce un efecto similar que sobre la piel: hidrata, dilata los vasos sanguíneos, depura y calma.

Eran otros tiempos, sin distorsiones en publicidad y marketing, pero que hicieron del Balneario de Ledesma un lugar de peregrinación en torno al agua termal y a una evidencia que va más allá de la fe: la eficacia de la hidrología médica.

Esa fama le abrió a nuestro Balneario el camino en el siglo XX para conectar la tradición de los baños e inhalaciones con la necesidad de cuidados y prevención que necesitaba los numerosos trabajadores del carbón de entonces. Una minería de batalla, en pozos, frentes y polvorientos tajos, que  causaban estragos en el aparato respiratorio de miles de mineros.

Y así, las inhalaciones pasaron a ser en distintas épocas no solo una de las principales indicaciones del Balneario, sino de las más reclamadas y valoradas para tratar afecciones en nariz, laringe, tráquea y bronquios; asma bronquial, laringitis, sinusitis, catarros crónicos, asma, etc. hasta las bronquitis crónicas del fumador o el tabaquismo, más de nuestros días.

En todas estas afecciones, la terapia termal con agua sulfurada supone un importante apoyo al tratamiento tradicional con resultados muy positivos en un gran número de casos.

Su aplicación al mundo del deporte: la mejora de la capacidad respiratoria: En los años 80 y 90, en tiempos de Pedro Delgado y Miguel Induráin, fueron varios los equipos ciclistas y deportistas, incluidos los citados, y de otras especialidades deportivas que llegaron a los Baños de Ledesma convencidos de mejorar con sus estancias la capacidad pulmonar a la hora de preparar pruebas competitivas muy concretas y exigentes.

Aplicación: Rápido efecto en los pacientes 

Los responsables de los servicios médicos y de inhalaciones del Balneario de Ledesma señalan en su informe que “de todos los tratamientos disponibles para estas afecciones respiratorias: aerosoles, ducha nasal, ducha micronizada, baño de vapor, sauna nebulizada e inhalación, es la inhalación, la que tiene una mayor demanda y la que tiene un efecto más rápido en los pacientes”.

La inhalación es básicamente el vapor de agua sulfurada proyectado directamente sobre nariz y boca. Los equipos que dispone el balneario de Ledesma son de última generación y garantizan la correcta aplicación del tratamiento. La técnica hace llegar los efectos beneficiosos de las aguas al árbol respiratorio de forma general, y a las vías respiratorias bajas en particular. La técnica resulta muy eficaz para un amplio abanico, como la deshabituación tabáquica, los procesos alérgicos y asmáticos de los niños, etc. Está demostrado que sobre las mucosas ejerce un efecto similar que sobre la piel: hidrata, dilata los vasos sanguíneos, depura y calma.

Es importante recordar que las aguas del balneario de Ledesma están catalogadas como sulfurado, sódicas, bicarbonatadas, magnésicas; de baja mineralización e hipertermales, pues surgen a 46ºc.

El tipo de agua termal de elección en las distintas patologías del árbol respiratorio, tanto vías superiores como inferiores, es la sulfurada. Esto es así porque el azufre es un componente mineral esencial para el buen funcionamiento de las células de revestimiento de la mucosa respiratoria, de la producción de moco y de la actividad ciliar (los cilios son elementos que con su movilidad favorecen la eliminación del exceso de moco y con él arrastrar hacia el exterior los gérmenes que provocan distintas infecciones).

Nuestros expertos señalan que las aguas sulfuradas mejoran la circulación local, lo que se traduce en una mejoría del trofismo de los tejidos, acción antiinflamatoria, efecto antitóxico, cicatrizante. Asimismo, tienen acción mucolítica y excito-secretora. Esto les hace especialmente indicadas en diversos procesos crónicos como son las rinitis crónicas (vasomotoras, alérgicas), faringitis, sinusitis, laringitis, bronquitis crónicas, asma.

 

Para la aplicación de las aguas en el Balneario se usa la forma de vapor y la de spray, que se diferencian por el tamaño de la gota de agua. Para el vapor se usan los aerosoles y las inhalaciones, si es aplicación local, y las estufas si es general. En estas técnicas el tamaño de la gota es más pequeño (hasta 5 micras) y homogéneo, permitiéndonos llegar más lejos en el árbol bronquial.

Para el spray usamos las duchas y pulverizaciones. Aquí la gota de agua es más gruesa y nos permite un mayor efecto de limpieza en vías altas (nariz, faringe).

TÉCNICAS DE APLICACIÓN VÍA RESPIRATORIA:

AEROSOL ULTRASÓNICO

Aerolizador que, mediante ultrasonidos, fragmenta la partícula de agua hasta conseguir un tamaño inferior a 5 micras. Para la aplicación del agua micronizada, mediante este sistema, se utiliza una mascarilla conectada mediante un tubo corrugado al aerolizador. El usuario coloca la mascarilla cubriendo boca y nariz e inhala el agua sulfurada respirando, alternativamente, una vez por la nariz y otra por la boca. Este tratamiento es muy eficaz para la prevención de enfermedades que afectan a las vías respiratorias bajas: asma, bronquitis, etc.

INHALACIÓN NASAL

La misma técnica del aerosol ultrasónico, variando sólo el modo de administración. Se aplica con una boquilla que se coloca en los orificios nasales. El paciente debe inspirar por la nariz y espirar por la boca para conseguir el aporte de agua nebulizada a las vías respiratorias. Indicado en prevención de bronquitis, rinitis, sinusitis…

INHALACIÓN BUCAL

Aporte de agua nebulizada a las vías respiratorias mediante boquilla bucal. El paciente debe inspirar por la boca y espirar por la nariz. El mecanismo físico de fragmentación de agua en este dispositivo es el efecto Venturi: disminución de la presión y aumento de la velocidad, que se produce en el estrechamiento de un tubo horizontal por el que circula una corriente fluida. Fue descubierto por el físico italiano Giovanni Battista Venturi (1746-1822). Entre las muchas aplicaciones de este efecto se encuentra la pulverización de líquidos, un ejemplo del mismo es  este dispositivo (foto)

DUCHA NASAL

Se practica con un irrigador al que se acopla una cánula metálica que se introduce, alternativamente, en cada uno de los dos orificios nasales. La proyección del agua se realiza a baja presión y el usuario debe respirar siempre por la boca. Es un tratamiento muy eficaz en procesos con secreciones abundantes como sinusitis y rinitis por su efecto de limpieza y arrastre, así como en mucosas atróficas por su efecto de estimulación de la circulación local

PULVERIZACIÓN FARÍNGEA

Proyección del agua minero-medicinal finamente fragmentada, mediante un sistema de pistola que lanza el chorro sobre la región faríngea. Durante la aplicación el usuario debe inclinar la cabeza ligeramente hacia adelante. La proyección del agua se realiza a poca presión. El tratamiento está indicado en la prevención de laringitis, amigdalitis, etc.

Sabedores de que muchos de nuestros clientes aprecian estos tratamientos con inhalaciones, para recuperar su aparato respiratorio o reforzarlo, especialmente en invierno y primavera, como complemeto a esta información, os recomendamos este artículo: ESTUFAS Y TERMAS HÚMEDAS, UN SERVICIO DE NUESTRO BALNEARIO DE LEDESMA CON MUCHA TRADICIÓN Y QUE FORTALECE NUESTRA SALUD PARA TIEMPO DE CATARROS Y RESFRIADOS

Para cualquier consulta o reserva no dude en llamarnos:
 teléfono 923 149 100 o escríbenos al mail medic1@balnearioledesma.com donde le atenderá nuestro Equipo Médico, especialista en Hidrología y Termalismo

🖋 Este artículo ha sido realizado la Dra. Jefa Dña. Encarnación Montejo, Valentín Villoria (Responsable de Baños Termales) y Alberto Argüelles (Director de Comunicación).